COMISIÓN: AGUA Y SALUD

Queremos bienestar en nuestra organización, armonía, que no haya enfermedad. Por eso caminamos para cuidar más nuestras fuentes de agua y crear nuestro propio sistema de salud comunitaria con el uso de las Plantas Medicinales y la Partería. Vemos muy importante una gestión autónoma del agua que nos da la Madre Tierra, cuidando nuestros arroyos, ríos y manantiales. Por eso estamos manteniendo las tradiciones antiguas como las fiestas de la “Santa Cruz” del mes de mayo, para agradecer a las aguas, a las lluvias. Sin embargo, las sequías han sido muy fuertes, han habido muy pocas lluvias para recolectar el agua y se están secando los manantiales y arroyos. Muchos ahora tenemos que ir a cargar el agua desde muy lejos. En algunas comunidades se nos está restringiendo mucho el acceso al agua por parte del Municipio (mandándola cada 8 o 10 días), y dando prioridad a quienes pertenecen al Partido Político. En respuesta ya hemos hecho bloqueos de los caminos, hasta con mujeres embarazadas o cargando sus niños. Y aún así hemos sido atacados físicamente. ¿Por qué tenemos que pelear por ese vital líquido? En nuestra sagrada relación con el agua para también una mejor salud, tenemos estos objetivos:

  • La instalación de “baños secos”, y más ahora que las fuentes de agua han bajado mucho. Estos baños secos también podrían ayudarnos para generar abono para la agricultura.
  • Tecnologías para filtrar el agua para beber, evitando así enfermedades (diarrea, fiebre) por bacterias que afectan en su mayoría a nuestros niños. También tecnologías de reutilización de aguas jabonosas a través de filtros naturales con plantas. Teniendo agua que sirva para hortalizas, baño y para los animales.
  • Tecnologías para almacenar más agua para nuestras comunidades, y también para poder canalizarla bien hacia las casas. Ya hemos pasado tiempos muy difíciles por la falta de agua y la falta de infraestructura para conducirla.

En relación a las plantas medicinales y a la partería tradicional, vemos ahora la necesidad de volver a las prácticas médicas de nuestros antepasados, creando poco a poco nuestro sistema de salud comunitaria. Porque en los hospitales de Gobierno, para nosotros como pueblos Tseltales no hay buena atención, o a veces no hay ni siquiera atención. Si tienes el dinero sí recibes mejor trato y las medicinas, pero si no, te atienden cuando quieren y el trato es diferente, racista y grosero. Los médicos atienden mal a las mujeres embarazadas, y por negligencia ellas o sus hijos llegan a morir. El mejor hospital de esta región está en la ciudad de Ocosingo, a más de una hora de aquí, pero aún así, trasladándonos con dificultades hasta allá, no hay seguridad en la atención médica. Hace poco tiempo, una mujer en Ocosingo denunció ante el Ministerio Público la muerte de su hijo culpando a un doctor que no supo atender el parto, y fue retenida hasta que quitara su denuncia. Por casos así, como mujeres no sentimos seguridad para ir a un hospital a parir. Entonces debemos enfocarnos en las plantas medicinales, como lo hacían nuestros antepasados, y recibir a los bebés con parteras tradicionales que nos cuiden bien y nos ayuden en nuestras propias casas.

Tenemos un gran reto en esta comisión porque ya hemos perdido muchísimo estos conocimientos en nuestras comunidades. Ahora muchos negamos el uso de las plantas; alguien se enferma y directo lo llevamos al hospital. Aunque sabemos que hay muchas plantas en nuestro territorio que nos sirven y que manejaban bien nuestros padres y abuelos. Pero ahora vemos cómo sólo unos cuántos tienen ese conocimiento. Estamos planeando que mediante talleres hay que fortalecernos en esa sabiduría. Los pocos que usamos plantas medicinales hemos comprobado que sí funcionan. Porque los medicamentos químicos muchas veces no quitan del todo el malestar. Con las plantas medicinales hemos visto cosas contrarias, que sí se genera una sanación más profunda.

“En vez de que se siga acabando la medicina natural, necesitamos que tome fuerza, que vaya para arriba.”

* Para esta comisión, elegimos el símbolo antiguo de nuestra escritura maya para decir “pez”, que hoy, en nuestra lengua maya-tseltal de Chilón decimos CHAY. Porque el pez es un animal del agua que para nosotros representa mucho este elemento vital que tanto necesitamos para beber, para bañarnos, para regar los cultivos, para tener salud, ¡para vivir!